lunes, 6 de octubre de 2014

"LA INTERPRETACIÓN DE LOS SUEÑOS"; FREUD

En este texto del año 1900, Sigmund Freud plantea a los sueños como una realización alucinatoria de deseos, y por tanto como una vía privilegiada de acceso al inconciente, mediante el empleo del método interpretativo, fundado en la asociación libre. El texto es también importante, según muchos, por exponer aquí Freud en forma sistemática su primera teoría del aparato psíquico (o primera tópica). 

1. Opiniones sobre el problema de los sueños

En la antigüedad clásica, los sueños eran entendidos como revelaciones divinas o demoníacas, y podían además revelar el porvenir del sujeto que soñaba. Luego, desde Aristóteles los sueños pasaron a ser una actividad del alma, y no de los dioses. Ya desde la antigüedad, con Artemidoro, los sueños incluso podían ser interpretados, o sea transformados en un lenguaje entendible. Tales planteos son pre-científicos. Los planteos científicos posteriores sobre los sueños tuvieron en cuenta de una u otra forma ocho cuestiones básicas:

* relación del sueño con la vigilia
* la memoria en el sueño
* estímulos y fuentes de los sueños
* el olvido del sueño al despertar
* características psicológicas del sueño
* sentimientos éticos en el sueño
* función del sueño
* sueño y enfermedad mental

Respecto de la relación sueño-vigilia, para algunos el sueño es algo beneficioso porque nos procura una fuga de la realidad displacentera. Otros sostienen lo contrario, considerándolo como una mera continuación de la vigilia (soñamos lo que ya veníamos soñando desde la vigilia). Nótese la oposición: la primera postura plantea una división total entre sueño y vigilia, mientras que la segunda una total continuidad. Respecto de la memoria en el sueño, en general se acepta que el sueño reproduce o recuerda lo vivido durante la vigilia, aunque muchas veces simbólicamente, ya que tenemos sueños que no recordamos haber vivido nunca realmente. Hay también sueños hipermnésicos, donde se sueña algo realmente vivido pero que había sido olvidado por la conciencia, como por ejemplo los sucesos de la vida infantil. Suele ocurrir también que en el sueño aparezcan los recuerdos triviales, y no los considerados importantes durante la vigilia. Respecto de los estímulos y fuentes de los sueños, estos pueden agruparse en cuatro tipos fundamentales: a) Estímulos sensoriales externos, como cuando alguien sueña que le pegan mientras otra persona le sacude el brazo. b) Estímulos sensoriales internos: el sujeto siente hambre y entonces sueña que está en un desierto sin alimentos. c) Estímulos somáticos internos, como la señora que tenía fuertes pesadillas como consecuencia de una grave afección en el corazón. d) Estímulos puramente psíquicos: los más difíciles de comprobar, pero los más importantes para Freud. Otro problema es porqué olvidamos los sueños al despertar. Para Strümpell hay varios motivos: los sueños se olvidan por la debilidad de las sensaciones oníricas, siendo recordadas las más enérgicas. También se olvidan porque en el sueño las imágenes están inconexas, no hay lazos asociativos entre ellas que favorezcan la retención mnémica. Y un último factor es el poco interés que uno le otorga al sueño: si se dedicase a investigarlos, los recordaría mejor. Otra cuestión son las características psicológicas del sueño. Por ejemplo lo sentimos como extraño, ajeno a nosotros, a pesar de que gran parte del material onírico está en la vida despierta. Otra característica es que el sueño opera con imágenes involuntarias (y no con conceptos voluntarios como en la vigilia). Son además imágenes alucinatorias, ya que creemos estar viviéndolas realmente. Son también habitualmente imágenes incoherentes, absurdas y contradictorias. Con respecto a la ética en el sueño, hay quienes dicen que durante el sueño se conserva la moral, y otros que no, ya que se pueden soñar crímenes que uno mismo comete, actos sexuales aberrantes, etc. Sin embargo, más que la temática del sueño, importa ver qué sentimiento experimenta uno en el sueño, ya que puede cometerse un crimen en sueños y sentir angustia. Respecto de las teorías oníricas y la función del sueño, encontramos tres alternativas. a) Autores como Delboeuf sostienen que el sueño mantiene una total actividad psíquica igual que en la vigilia, aunque bajo condiciones de reposo; b) Otros ven en el sueño un descenso de la actividad psíquica y una debilitación de la coherencia: es como si el reposo paralizara la actividad psíquica. De hecho, muchos reducen el sueño a un fenómeno puramente somático y no psíquico; c) Otros sostienen que el sueño realiza determinadas funciones psíquicas que la vigilia no puede cumplir o que cumple incompletamente: recién aquí aparece el sueño como algo útil. En cuanto a las relaciones entre sueño y enfermedad mental, por último, han sido abordados estos tres problemas: a) se buscaron relaciones etiológicas y clínicas, como cuando un sueño representa o inicia un estado psicótico o queda como residuo del mismo; b) las transformaciones que sufre el sueño y la actividad onírica de los enfermos mentales; c) las relaciones y semejanzas entre el sueño y la psicosis.

2. El método para interpretar los sueños 

Freud considera que todo sueño es interpretable, es decir, puede encontrarse su sentido. Esto significa 'sustituirlo' por algo que puede incluirse en la concatenación de nuestros actos psíquicos como un factor de importancia y valor equivalentes a los demás actos psíquicos. La labor de interpretar no recae sobre todo el sueño en su conjunto sino sobre sus partes componentes: el ejemplo del sueño que tuvo Freud con Irma muestra cómo aquél va interpretando cada parte por separado. El llamado 'método descifrador' no sirve, pues se basa en una especie de libro de los sueños, donde cada cosa soñada significa tal otra cosa en forma rígida, sin considerar la peculiaridad de cada sujeto. El ejemplo del sueño de Irma ilustra el método para interpretar los sueños: primero se descompone el relato en partes, y recién al final surge la interpretación final o global, en la cual se nos revela el sueño como una realización de deseos. 

3. El sueño como realización de deseos

El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluído en el conjunto de los actos comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el resultado de una actividad intelectual altamente complicada. Por ejemplo, en el sueño de Irma, Freud satisface su deseo de vengarse de su amigo Otto y el doctor M. 

4. La deformación onírica

El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño, en lo efectivamente soñado, proceso denominado 'deformación onírica'. Freud se pregunta porqué tiene que haber una deformación, ya que podría haber ocurrido que el sueño expresara el deseo en forma directa, sin deformación. Esta deformación es intencional y se debe a la censura que el sujeto ejerce contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por algún motivo.
Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. 


5. Material y fuente de los sueños

Las fuentes de donde los sueños extraen su material, vale decir su temática o contenido, son las siguientes:

a. Lo reciente y lo indiferente
b. Experiencias infantiles
c. Fuentes somáticas
d. Fuentes comunes a todo el género humano (sueños típicos)

En los sueños solemos encontrar restos diurnos, experiencias del día anterior: esto es lo reciente. Sin embargo el sueño no acoge todas esas experiencias, sino sólo aquellas que son indiferentes o secundarias vistas desde nuestra vida despierta. Este carácter nimio de lo manifiesto, sin embargo, remite siempre a algo sumamente importante en el nivel latente. El sueño puede surgir también de impresiones infantiles que durante la vigilia hemos olvidado. Habitualmente estas impresiones no aparecen en forma directa sino a través de alguna alusión, y entonces la interpretación desarrolla y completa esta impresión infantil.
Los sueños poseen con frecuencia varios sentidos (varias realizaciones de deseos). Incluso una de ellas puede encubrir a la otra, hasta que debajo de todas ellas encontramos un deseo primordial de nuestra primera infancia.
Otras fuentes del material onírico son los estímulos somáticos. Estas fuentes se agregan a las anteriores, de manera que la teoría del sueño como realización de deseos sigue en pie. Un estímulo somático importante es la necesidad de dormir, y aquí entonces el sueño tiene por función preservar ese dormir. Un estímulo somático, placentero o displacentero, puede generar en el sueño una escena como producto psíquico (la sensación de sed evocada en la imagen del desierto); y al revés, sucede también que un contenido psíquico reprimido puede sustituírse fácilmente por una interpretación somática (por ejemplo la sobreprotección materna puede sustituírse como asfixia orgánica).
Por último, hay ciertos sueños típicos que sugieren que hay fuentes comunes a todos los seres humanos. Por ejemplo el sueño de sentir vergüenza ante la propia desnudez, la muerte de personas queridas, los sueños de dar examen, el sueño de volar, etc.

6. La elaboración onírica

La elaboración onírica es un mecanismo por el cual las ideas latentes (lo más importante del sueño) son disfrazadas o transformadas en otro código: el contenido manifiesto. Mediante la elaboración entonces lo latente aparece disfrazado en lo manifiesto, tarea que se lleva a cabo mediante mecanismos como la condensación, el desplazamiento, etc.
La brevedad del sueño manifiesto, comparada con la amplitud y riqueza de lo latente, nos obliga a pensar que hay un trabajo de condensación, por el cual en un contenido manifiesto se condensan varias ideas latentes. La condensación se ve especialmente cuando en el sueño aparecen palabras raras (las cuales condensan varias ideas).
El desplazamiento consiste en representar una idea latente en otros contenidos manifiestos que aparentemente no tienen nada que ver. En la elaboración onírica se manifiesta un poder psíquico que despoja de su intensidad a los elementos de elevado valor psíquico (latentes) y crea, además, por la superdeterminación de otros elementos menos valiosos, nuevos valores, que pasan entonces al contenido manifiesto.
Condensación, desplazamiento, superdeterminación son proceso de elaboración llevados a cabo por la influencia de la censura, que obliga a disfrazar lo latente. Lo latente debe encontrarse lo suficientemente disfrazado como para 'engañar' la barrera de la censura, de la resistencia.
Un tercer mecanismo de elaboración es la simbolización, o sea el empleo de símbolos para expresar lo latente. Por ejemplo, el sombrero como símbolo de los genitales masculinos. Tales símbolos no tienen un significado fijo o rígido, y dependen de cada sujeto.
En la elaboración onírica se da también un 'cuidado de la representabilidad', lo que significa que ideas abstractas e incoloras como suelen ser las ideas latentes, se traducen en lo manifiesto como expresiones plásticas y concretas, con lo cual entonces lo latente aparece aún más disfrazado. En general, el trabajo de elaboración hace que los sueños aparezcan como absurdos.
Lo interpretable no es solamente el sueño, sino además también todas nuestras opiniones y sensaciones que el sueño nos suscita una vez que hemos despertado. El sueño no es solamente una expresión de ideas latentes, sino también de afectos latentes. Las manifestaciones afectivas que aparecen en el sueño guardan relación con afectos latentes.
Un cuarto y último mecanismo de elaboración es la elaboración secundaria, que le da una apariencia lógica al sueño incoherente, disfrazándolo entonces aún más. En general, la elaboración no piensa, ni calcula, ni juzga: se limita a transformar o disfrazar, dando como resultado un producto llamado sueño. Las ideas latentes, para poder encontrar expresión en él, deben primero sustraerse a la influencia de la censura, lo cual se logra gracias al desplazamiento de las intensidades psíquicas hasta lograr la transformación de todos los elementos. La reproducción de las ideas debe llevarse a cabo mediante imágenes visuales o acústicas, desplazamientos que se logran gracias al cuidado de la representabilidad.

7. Psicología de los procesos oníricos

Freud enumera aquí una serie de características psicológicas del sueño, que nos ayudarán a entenderlo mejor.
En primer lugar encontramos el olvido de los sueños, lo cual se debe a la censura. Al revés, el estado de reposo hace posible la formación de sueños, al debilitarse aquella censura endopsíquica.
Otra característica del sueño es la regresión, y en este sentido el sueño se opone a muchas de nuestras actividades de la vigilia. En el estado vigil vamos desde lo sensorial, desde la huella mnémica, hacia el polo motor. Por ejemplo, una emoción o una idea suscita una acción. En el sueño ocurre a la inversa, habiendo una regresión del polo motor hacia la huella mnémica. Este mismo proceso regresivo podemos tenerlo incluso despiertos, como por ejemplo cuando recordamos algo (vamos hacia la huella mnémica). Lo que en el sueño sucede es lo siguiente: la excitación toma un camino regresivo, y en lugar de avanzar hacia el extremo motor del aparato, se propaga hacia el extremo sensible y acaba por llegar al sistema de las percepciones, produciendo alucinaciones. En los síntomas neuróticos aparecen también fenómenos regresivos. El mecanismo regresivo del sueño es explicado por Freud mediante un esquema, que se conoce habitualmente con el nombre de 'esquema del peine'.
Otra característica es el sueño como realización de deseos. No obstante, Freud aclara que un deseo insatisfecho durante el día no basta para producir un sueño esa noche: el deseo conciente sólo es un estímulo para un sueño cuando consigue despertar un deseo inconciente de efecto paralelo con el cual reforzar su energía, y este deseo inconciente es un deseo infantil.
Otra característica: el sueño de alguna forma interrumpe el reposo porque recibe excitaciones o estimulaciones que no vienen del exterior pero sí de la intimidad anímica. Sueños muy intensos pueden llegar a despertarnos, tales como los sueños de angustia. Cuando la realización de deseos en el sueño conmueve intensamente lo preconciente amenazando con interrumpir el reposo, el sueño deja de cumplir su otra función, que es preservar el dormir.
También podemos decir que el sueño se rige por el proceso primario, (y no el secundario que dirige el pensamiento lógico de la vigilia). Este proceso primario lo lleva a cabo el sistema inconciente, mientras el secundario el sistema pre-conciente.
El proceso primario se denomina de esta manera no sólo por su mayor importancia, sino porque está presente desde el principio, mientras que los procesos secundarios van desarrollándose después en forma paulatina con el fin de coartar o someter a los procesos primarios, y así poder dominarlos.
Los procesos primario y secundario son dos modos de derivación de la excitación. Por ejemplo, los primeros surgen siempre que las representaciones son abandonadas por la carga pre-conciente, quedando entregadas a sí mísmas y pudiendo realizarse con la energía no coartada de lo inconciente, que aspira a una derivación o descarga de esa excitación.
No debemos pensar por esto que la representación psíquica circula de un lugar a otro dentro del psiquismo (sentido tópico), sino mas bien que está inervada de distinta manera (sentido dinámico). Entonces inconciente y conciente no son estrictamente hablando lugares sino cualidades de la representación psíquica: esta podrá ser conciente, preconciente o inconciente no según el lugar que ocupa sino según su modo de inervación.
Lo inconciente es lo psíquico verdaderamente real: su naturaleza interna no es tan desconocida como la realidad exterior, y nos es revelada por el testimonio de nuestra conciencia tan incompletamente como el mundo exterior nos es revelado por los sentidos.
La interpretación de los sueños
Resumen de Freud S, La interpretación de los sueños, Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1981, 4° edición.

domingo, 28 de septiembre de 2014

HISTORIA DE LA PSICOLOGIA




TEMA 1 LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA

1. Definición de Psicología.
2. Breve historia de la Psicología.

  • 2.1. Etapa premoderna
  • 2.2. Etapa moderna
  • 2.3. Etapa contemporánea

3. Escuelas de Psicología

  • 3.1. Psicoanálisis
  • 3.2. conductismo
  • 3.2. Humanismo
  • 3.4. Cognitivismo

4. Ámbitos de actuación
5. Métodos utilizados

  • 5.1. Experimental
  • 5.2. Observación
  • 5.3. Encuestas
  • 5.4. Entrevistas
  • 5.5. Test